Introduction to Social Bias – Introducción al sesgo social – Explora cómo los círculos sociales en línea y las conexiones que formamos pueden dar forma al contenido que encontramos, influyendo en nuestras perspectivas sobre diversas culturas y religiones.
“La influencia de las redes sociales en la percepción de culturas y religiones”
Después de este módulo, serás capaz de:
Las redes sociales reproducen y amplifican las interacciones que ya tenemos en la vida real.
¿Por qué?
Los amigos que añadimos y los grupos sociales a los que nos unimos en las redes sociales (Facebook, Instagram, Twitch, TikTok) desempeñan un papel importante en la configuración de nuestro panorama informativo y de opinión. En la era digital, configuramos cada vez más nuestra identidad y la de los demás a través de las pantallas.
Concepto: Las “cámaras de eco” presentan selectivamente información alineada con nuestras preferencias, fomentando un entorno que dificulta la evolución de los hábitos y la apertura a perspectivas alternativas.
En el ámbito de las redes sociales, los individuos se encuentran a menudo encapsulados dentro de una “cámara de eco”. Este encapsulamiento implica que los puntos de vista predominantes dentro de los círculos sociales y las redes de amigos tienden a ser dominantes y reciben un mínimo escrutinio o cuestionamiento.
Orígenes: En 1998, John Scruggs, miembro de un grupo de presión de Philip Morris y a quien se atribuye la acuñación del término “cámara de eco”, describió los dos mecanismos principales de la siguiente manera:
Clara, a sus 16 años, dedica varias horas al día a las redes sociales. En su esfera online, se encuentra con un grupo de amigos que comparten regularmente artículos que retratan negativamente a los musulmanes, a menudo vinculándolos con comportamientos extremistas. Aunque en un principio Clara no apoye estas opiniones, la exposición repetida a estos contenidos, junto con el refuerzo a través de los “me gusta” y los comentarios de sus amigos, puede influir gradualmente en sus percepciones.
Sin que Clara sea consciente de ello, existe el riesgo de que desarrolle inconscientemente un sesgo social con matices racistas. Con el tiempo, puede empezar a aceptar estos estereotipos como representaciones exactas de la comunidad musulmana en su conjunto, aunque estas representaciones sean injustas y no reflejan la realidad de la mayoría de los musulmanes.
Los “me gusta” y los comentarios (recibidos o no) en una publicación de Facebook, por ejemplo, influyen mucho en su juicio, porque Clara está inconscientemente convencida de que cuantos más “me gusta” tiene una publicación, ¡más relevante es la información! Aquí podemos ver muy claramente el impacto que el sesgo social puede tener en la percepción de las culturas y cómo puede conducir a la intolerancia y el racismo.
Para evitar quedarse encerrado en una “cámara de eco”, aconsejamos adoptar un enfoque proactivo y tratar de comprometerse con contenidos diversos.
Seguir un amplio abanico de cuentas en redes sociales enriquece el espectro de opiniones e información.
Aprovecha las herramientas de personalización disponibles en muchas redes sociales para adaptar tus noticias. Aprovecha la oportunidad de incluir una variedad de temas y opiniones.
Únete a grupos que reúnan a personas con opiniones variadas, fomentando la exposición a debates y perspectivas más matizados.
Resístete a aceptar todo al pie de la letra en Internet. Perfecciona tu pensamiento crítico y busca pruebas que corroboren la información que encuentres.
Diversifica tus fuentes de información acudiendo a medios independientes y alternativos reconocidos.
Recuerda que las redes sociales son sólo una faceta de la narrativa. Participa en debates cara a cara y en eventos locales para ampliar tu perspectiva.
Adquirir la habilidad para identificar la parcialidad y discernir las tácticas de desinformación es primordial. Desarrollar la alfabetización mediática es una estrategia clave para navegar mejor y evitar eficazmente la desinformación.
Aunque las redes sociales pueden ser una fuente de discriminación, también pueden ser una voz para la tolerancia y la acción:
➜ Los estudios han demostrado que plataformas como Instagram y TikTok han permitido a los usuarios descubrir estándares de belleza de diversas culturas, ampliando la definición de belleza más allá de las normas occidentales dominantes.
También permiten ser cada vez más conscientes de las injusticias de género a una edad más temprana, ¡por ejemplo!
➜ Comprender las injusticias. La viralidad de movimientos como #BlackLivesMatter y #MeToo en las redes sociales ha aumentado la concienciación sobre cuestiones de racismo entre personas de diferentes culturas.
➜ Global Cocina/culinaria global: Con los canales de YouTube dedicados a la cocina y las cuentas de Instagram de foodies, la gente tiene acceso a una gran variedad de cocinas de todo el mundo, lo que puede cambiar su percepción de las culturas a través de sus platos tradicionales.
La popularidad de géneros musicales no occidentales como el K-pop en plataformas como Spotify y YouTube ha introducido al público mundial en nuevas formas de música y actuación, ¡cambiando la percepción de lo que se considera mainstream!
Los MOOC ofrecen cursos sobre temas como la historia del mundo y la literatura para aprender sobre culturas que de otro modo no descubrirían.
Apps como Duolingo conectan a estudiantes de idiomas de todo el mundo, permitiéndoles no solo aprender un nuevo idioma, sino también comprender los matices culturales asociados a él.
Los blogs de viajes y los vlogs en YouTube han transformado la forma en que la gente percibe los diferentes destinos, promoviendo una comprensión más profunda de las culturas locales y fomentando un turismo más responsable y comprometido.
Tres libros fundamentales que ofrecen perspectivas variadas y profundas sobre los retos que plantean los medios sociales y cómo pueden influir en tus percepciones y comportamientos.
Financiado por la Unión Europea. No obstante, los puntos de vista y opiniones expresados son exclusivamente los del autor o autores y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea ni los de la Agencia Ejecutiva en el Ámbito Educativo y Cultural Europeo (EACEA). Ni la Unión Europea ni la EACEA pueden ser consideradas responsables de las mismas. Número de proyecto: 2022-2-IE01-KA220-YOU-000099163